Vivir en Japón es el sueño dorado de muchos otakus. No obstante, la realidad es muy distinta a como uno lo imagina, de acuerdo a compatriotas que viven allá. En el caso de los involucrados en la industria del anime, el panorama es tan intenso como interesante. Una entrevista con Ken Arto, un animador de nacionalidad francesa que vive en Japón y que ha trabajado en títulos como Jujutsu Kaisen, Kimetsu no Yaiba y Dragon Ball Super, revela la vida del animador en tierras niponas.
Lo primero que resalta es que no se necesita un título para poder trabajar como animador. Existen institutos de animación donde se puede aprender lo básico, pero es la habilidad personal lo que define el lugar en el que uno trabajará en esta carrera. El aspirante debe aprovechar las prácticas profesionales en los varios estudios en Japón para asegurar un lugar en la industria. También se puede trabajar como animador independiente y formar parte de varios proyectos.
Considerando la experiencia laboral de Ken Arto en Jujutsu Kaisen, Kimetsu no Yaiba y Dragon Ball Super (en dos de sus películas), un animador gana alrededor de $45 por hora en una serie, mientras que las películas ofrecen una mejor paga ($92-$138). El animador añadió que se arrepiente de no haber podido trabajar en la última película de Rebuild of Evangelion, y que las escenas lentas, cargados con emotividad son tan difíciles de animar como las escenas de acción. ‘Uno siempre debe exigirse más allá de sus límites para mejorar como animador’, comentó Arto al final de la entrevista.
Social Media Author: [Komori Onii-san]
