¿Qué hace tan exitoso a un manga? La película Kimetsu no Yaiba: Mugen Ressha-hen no he provocó que el precio de los volúmenes del manga Kimetsu no Yaiba se disparase, alcanzado a valer hasta cinco veces la cifra original. El fenómeno en torno a este título inició con la transmisión del anime que lleva el mismo el mismo nombre en el 2019, pero el manga data del año 2016. Su autor, Koyoharu Gotoge, confesó sentirse enormemente sorprendido por el éxito de su historia.
Si seguimos usando Kimetsu no Yaiba como referencia, es fácil determinar que el factor más relevante para su éxito fue su adaptación al anime. Muchos otakus se quedaron maravillados con el nivel de la animación que el estudio Ufotable, sobretodo en las escenas de acción, que muchos catalogaron como “arte en movimiento”. De acuerdo con Hiroyuki Nakano, editor principal de la revista Weekly Shonen Jump, las ventas del manga se incrementaron poco después de finalizado el anime de Kimetsu no Yaiba. Como muchos seguidores usaban servicios de streaming, optaron por verla completa en lugar de esperar cada semana por un nuevo episodio. Nakano comentó que en estos días es muy difícil para un manga serializado convertirse en un éxito de ventas, a menos que su adaptación animada se vuelva popular.
Esto aplica a Kimetsu no Yaiba. El manga empezó a publicarse en Febrero del año 2016, volviéndose ampliamente reconocido y famoso a finales del año 2019. El manga ha recibido buenas críticas en los apartados de diálogos, historia y personajes; no obstante, el arte de Gotoge ha sido catalogado como poco pulido, inconsistente y sobrecargado. Ufotable supo cambiar ese aspecto, usando sus mejores recursos, tanto humanos como artificiales, para elevar la calidad artística de la historia y volverlo en uno de los factores más relevantes para la popularidad del anime. Por supuesto, la apasionante historia de Tanjiro y su hermana Nezuko creada por Gotoge son también ingredientes importantes que el estudio Ufotable se esmeró bastante en adaptar con la mayor fidelidad y sentimiento posible.
Habiendo dejado en claro que el anime es el trampolín a la fama de un manga (existen varios ejemplos aparte de Kimetsu no Yaiba), queda pendiente la pregunta, ¿qué factores deciden la adaptación de un manga al anime?
Entonces, si un anime es la razón principal del despegue de un manga, ¿qué necesita para dar el salto a la pantalla en formato animado? Según algunos otakus versados en el tema, los requisitos mínimos son los siguientes:
1. Fanbase:
Si el manga es bien recibido por el público, es muy seguro que irá amasando un grupo de lectores dedicados que esperarán con ansias el siguiente capítulo. Esto suele medirse actualmente teniendo en consideración el impacto del manga en internet: fan-arts, fan fictions, foros para discutir la historia y personajes, etc… También cuentan los cosplay hechos por artistas reconocidos o seguidores del manga, ya sea en eventos o en redes sociales.
2. Contactos y reputación.
La reputación del mangaka juega un rol importante. Para mangakas con una fama ya establecida (como Akira Toriyama o Rumiko Takahashi) les sería relativamente fácil conseguir que sus trabajos más recientes sean adaptados al anime. Tener conocidos dentro de la industria también ayuda mucho. No obstante, para recién iniciados, la reputación y los contactos deben conseguirse a paso lento, por lo que el esmero en este rubro es esencial.
3. Mercancía potencial y público objetivo
Los productores interesados en llevar un manga a la pantalla debatirán que tanto potencial tienen los personajes para convertirse en objetos que puedan generar ganancias adicionales. Ya sean como figuras de acción, stickers, adornos, etc… Y también se analiza a quienes leen el manga para saber qué tanto alcance tendrán los productos derivados.
4. Duración y valor controversial
En estos días se ha prestado especial atención a la longevidad de un manga. Casos como One Piece o Meitantei Conan son conocidos, pues ya sobrepasan los 900 capítulos y no parecen dar señal de acercarse a su final. En esas situaciones, los productores valoran la calidad de los arcos argumentales y el desarrollo de los personajes durante el desenvolvimiento de la trama de cada arco para asegurarse que sean coherentes y no desanimen a los fanáticos. Otro aspecto es la controversia que el manga pueda causar. Ya es usual que haya un grupo de personas que se ofendan ante la representación de los personajes o ciertos temas en los animes, por lo que se debe planificar adecuadamente para evitar que las protestas y quejas no hagan zozobrar el anime y, por extensión, al manga.
5. Valor competitivo y nicho de mercado
El género del manga entra a calar en este punto. Si se trata de un manga de mechas, se esperará que su anime cumpla con las expectativas que franquicias como Gundam o Evangelion establecieron en su momento. Además, se debe tener la certeza que podrá mantenerse a flote en caso que otro manga del mismo género se adapte al anime igualmente, o si entra en competencia con un anime mecha de otro estudio en el mismo horario de emisión. Por otra parte, el interés de los espectadores debe quedar bien saciado, pero expectante, para asegurar la producción de una segunda temporada.
6. Lanzamiento y versiones
Si se trata de una serie que cuenta con volúmenes recopilatorios, es indicativo claro de su popularidad entre los lectores de una revista de manga variado, como Shonen Jump. Cuando un manga se desliga de los gruesos tomos que incluyen otras historias, es una buena señal que promete un futuro en la pantalla como anime. También sirven como referencias si los volúmenes han sido traducidos, ya sea por fanáticos o medios oficiales, y si ha sido pirateado para ser distribuido en páginas que ofrezcan manga gratuito. A pesar que este último factor es algo lamentable, habla bastante sobre lo popular que es la serie.
Finalmente, sólo basta que un estudio se decida a elegir uno de los tantos mangas que cumplen con estos requisitos para iniciar el pase de una historia grabada en tinta y papel a la pantalla de muchos otakus espectadores.
Social Media Author: [RonLaoHu]
