Australia se ha consagrado como el país en declararle abiertamente la guerra al anime. Hasta unos meses atrás, el gobierno australiano había prohibido definitivamente el envío de productos ecchi, los cuales fueron confiscados en aduanas y retornados a sus respectivas tiendas en el extranjero. Poco después, se hizo público que todo artículo ecchi era considerado ilegal en suelo australiano.
El hogar de los marsupiales ha lanzado otro ataque contra el anime, esta vez clasificándolo como abuso sexual infantil, de acuerdo a un extracto de ´Child Sexual Abuse’, libro escrito por India Bryce y Wayne Petherick. De acuerdo a estos autores, no es necesario que haya contacto, pero sí desnudez ‘como en el anime, cartoons, comics o dibujos que representen niños y niñas involucrados en poses sexuales o actividades afines’.
De esta forma, Australia ha puesto al anime en su lista negra, pues su fuerza policíaca federal lo considera como el nivel inicial de la explotación infantil. Con esto, las esperanzas de los otakus australianos de poder volver a disfrutar el anime con libertad se desploma irremediablemente ante las drásticas medidas del gobierno australiano.
Un minuto de silencio por ellos.
Social Media Author: [RonLaoHu]
